El Gobierno sitúa el inicio del apagón en tres pérdidas sucesivas de generación en Granada, Badajoz y Sevilla
La vicepresidenta Sara Aagesen descarta que haya indicios de ciberataque en las infraestructuras de Red Eléctrica
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, ha ubicado este miércoles el inicio del problema que desembocó en el gran apagón del 28 de abril en tres pérdidas sucesivas de generación eléctrica en las provincias de Granada, Badajoz y Sevilla. En 20 segundos, ha explicado, se perdieron 2,2 gigavatios de potencia (el equivalente a más de dos reactores nucleares, una cifra que coincide con la aportada el pasado viernes por el gestor de las redes eléctricas europeas). Esas tres caídas sucesivas fueron las que luego acabaron tumbado todo el sistema.
En su comparecencia en el Congreso de los Diputados, Aagesen no ha detallado la causa primigenia de esas pérdidas, aunque sí ha descartado que se hayan encontrado indicios de un ciberataque en las infraestructuras de Red Eléctrica (cabría la posibilidad todavía de un ataque en plantas o en otras fases del sistema eléctrico). Sí ha recordado, sin embargo, que en la media hora previa al apagón se detectaron dos oscilaciones en el sistema eléctrico en la península Ibérica y en otros puntos de Europa. Un elemento, ha dicho, que amplía el foco “más allá de los instantes previos” al corte total.
La vicepresidenta ha ofrecido estos nuevos datos en la Cámara baja, donde ha comparecido para ofrecer la última información sobre el apagón a gran escala que dejó sin electricidad a la Península hace 16 días. La principal duda —qué causó el mayor corte de suministro de la historia de España y uno de los mayores de siempre en el continente europeo—, sigue sin despejarse. “No vamos a dejar que las prisas nos alejen de la verdad”, ha defendido la número cuatro del Gobierno, quien ha reiterado que necesitan tiempo para analizar los millones de datos que están recabando en la comisión creada por el Ejecutivo. La investigación, en fin, será larga.
Los 20 segundos críticos
Aagesen ha repasado esos 20 segundos críticos que precedieron al apagón total. Ha ubicado el inicio de la cadena de fallos en tres provincias del sur de la Península. Y ha informado del orden en el que se produjeron. La primera pérdida de generación se detecta en una subestación en la provincia de Granada tres segundos antes de las 12.33 del 28 de abril; a continuación, solo 19 segundos después, se da otra pérdida en otra subestación de la provincia de Badajoz; y 20 segundos más tarde, en otra de Sevilla.
Estos tres eventos supusieron esa caída acumulada de 2,2 GW en 20 segundos, como ya adelantó Entso-E el viernes. “Inmediatamente después arranca la fase de desconexión en cascada por sobretensión”, ha afirmado Aagesen y, poco después, el deslastre automático de demanda para tratar de evitar lo que acabó ocurriendo: la pérdida total de suministro en la Península.
Los cortafuegos no funcionaron
Red Eléctrica de España (REE), el operador del sistema encargado de la seguridad del suministro, intentó, sin éxito, seis cortafuegos o deslastres —desconexiones controlados y automatizadas de plantas de generación— para tratar de evitar el apagón total. “Ninguno de esos procedimientos logró detener la caída del sistema y, finalmente, se alcanza el cero peninsular”, ha afirmado Aagesen.
Aún está por determinar por qué esos intentos de REE fueron insuficientes para encapsular el apagón en un área, evitando lo que acabó ocurriendo: el primer cero energético desde que hay registros. La mayoría de especialistas consultados en los últimos días por EL PAÍS apuntan a un fallo en los protocolos y automatismos del operador del sistema. Si esas barreras hubiesen funcionado correctamente, el apagón se habría producido solo en algunas zonas de España, no en toda la Península, afectando también a Portugal.
Aagesen también ha asegurado que, tras seis reuniones de ese comité sobre el apagón, se puede concluir que el problema no fue de reserva o de cobertura. En otras palabras: en contra de lo que defendían quienes, durante la crisis energética, ondearon el temor a un gran apagón, el incidente no se produjo por una insuficiente generación programada para cubrir la demanda o para garantizar la seguridad del sistema. Ese lunes, la producción eléctrica estaba claramente por encima de lo necesario: minutos antes del corte, de hecho, España exportaba en abundancia a Francia, Portugal y Marruecos.
La hipótesis del ciberataque pierde fuelle
En su comparecencia, la vicepresidenta tercera ha descartado que existan pruebas de que Red Eléctrica fuese objeto de un ciberataque, algo que el propio operador afirmó un día después del apagón. “No se han hallado indicios, y es una buena noticia”, ha añadido. Continúa, en cambio, la investigación aguas abajo: en los centros de control de las eléctricas y en las centrales de generación. En cualquier caso, la pista del ataque cibernético parece perder fuelle a medida que pasan los días sin que aparezcan pruebas.
Pero sigue sin saberse la causa de las primeras pérdidas de potencia que tumbaron todo el sistema. Aagesen ha sostenido que el Gobierno analiza si las oscilaciones que se sintieron en Europa media hora antes del apagón “tienen algo que ver con el incidente”. El ente europeo ENTSO-e desveló el viernes esas oscilaciones interárea —el tecnicismo que se emplea para describir este tipo de perturbaciones—, que, según la vicepresidente tercera, se hacen notar, en especial, “en los extremos, cuanto menos interconectados estén”. España está en el extremo occidental de Europa y cuenta con una débil conexión (a través de Francia) con el resto del continente.
Debate nuclear
Tras la exposición inicial de Aagesen sobre la nueva información de la que se dispone del apagón, los grupos políticos han intervenido y la sesión, de nuevo, se ha convertido en un debate sobre si se debe continuar o no con la energía nuclear más allá de lo que acordaron las propias empresas en 2019 con el Gobierno. Las compañías propietarias de las plantas atómicas, las grandes eléctricas, avalaron un calendario de cierre escalonado de las cinco nucleares del país que empieza en 2027 y termina en 2035.
De nuevo, la Cámara se ha dividido entre aquellos defensores de ampliar la vida de las nucleares más allá de ese pacto —PP, Vox y Junts— y el resto de grupos, que defienden esa clausura programada. Pero Aagesen ha criticado que se asocie el apagón al calendario de cierre, porque no arrancará hasta el 2027.
En cualquier caso, el PP, al igual que Vox, ha culpado al Gobierno del apagón. El popular Guillermo Mariscal, encargado de fijar la posición de su partido, ha pedido la dimisión de Aagesen por un corte del suministro, que en su opinión y aunque no se conoce aún la causa primera, es “consecuencia de una política fundamentalista” del Ejecutivo. Según estos dos grupos de derechas, el Gobierno ha construido “un sistema eléctrico frágil” y en el momento del apagón por razones de “propaganda” se buscaba un récord de generación renovable, lo que estaría detrás del incidente. Y, según Mariscal, lo que se buscaba era dar “razones” a aquellos que quieren el “cierre nuclear”.
La vicepresidenta tercera, sin embargo, ha recordado que el organismo encargado de fijar los límites de seguridad del mix eléctrico de cada día es Red Eléctrica, sin la injerencia del Gobierno. “Red Eléctrica no recibe instrucciones sobre la operación del sistema”, ha respondido Aagesen a Mariscal, al que ha acusado de mentir.
Los populares también han cargado contra el Gobierno por haber ignorado unas supuestas alertas sobre el peligro para la red eléctrica que podría tener la alta participación de renovables en el sistema. Pero, de nuevo, la también ministra para la Transición Ecológica ha rechazado de plano esas afirmaciones: no ha habido “ninguna alerta, ningún aviso” sobre un posible apagón como el vivido el 28 de abril.
En el bloque de los partidos que suelen apoyar al Gobierno, como PNV, ERC y EH Bildu, sus portavoces han recalcado la importancia de que se aclare la causa del apagón. Pero también han cerrado filas con las energías renovables. “A todos los que queremos un sistema 100% renovable, nos preocupa el apagón”, ha resumido Mikel Otero Gabirondo, de EH Bildu, quien ha pedido medidas para que la red pueda operar de forma segura.
“No vamos a dar ningún paso atrás en la transición”, ha aclarado Aagesen. Pero también ha prometido “medidas regulatorias” para dar seguridad cuando se concluya la investigación sobre las causas. “La transición energética sí funciona en España”, ha añadido sobre las inversiones y proyectos que están atrayendo las renovables y el precio bajo de la energía gracias a estas tecnologías.
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