Los BRICS alertan de que la guerra arancelaria de Trump amenaza al sistema de comercio mundial
El bloque del sur global rechaza las “medidas proteccionistas unilaterales injustificadas” del presidente de Estados Unidos


Los países de los BRICS, que han celebrado una reunión de cancilleres en Río de Janeiro (Brasil), han expresado este martes su “creciente preocupación con las medidas proteccionistas unilaterales injustificadas”, en clara referencia a la guerra arancelaria desatada por Donald Trump contra el resto del mundo. Este bloque heterogéneo, que reúne 11 países emergentes y en desarrollo del Sur Global, con China e India a la cabeza, considera que la ofensiva tarifaria “interrumpe la cadena de suministro global y trae más incertidumbre a la economía mundial”. Por eso, insta a evitar represalias unilaterales y a reforzar la defensa del sistema comercial multilateral. Los anfitriones brasileños consideran que embarcarse en represalias podría desencadenar un efecto en cadena que amenazaría el sistema de reglas que rige el comercio.
El lenguaje adoptado sobre la guerra comercial de Trump es más tibio de lo que China, miembro fundador de los BRICS junto a Brasil, Rusia, India y Sudáfrica, hubiera deseado. No menciona a la primera superpotencia. El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, exhortó durante la reunión a sus colegas de los BRICS “a oponerse conjuntamente a todas las formas de proteccionismo”, según el diario chino Global Times. Y, tras recordar que Estados Unidos es el país que más se ha beneficiado del libre comercio, añadió que la prioridad actual es defender las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), un organismo creado tras la Segunda Guerra Mundial con liderazgo de EEUU al que China solo se incorporó en 2001.
El ministro Yi avisó a sus socios del sur global sobre el peligro de plegarse ante la agresividad de Trump. “Si elegimos permanecer en silencio o ceder y dar marcha atrás, sólo envalentonaremos al matón”, dijo el canciller chino, tras enfatizar que “el juego entre el unilateralismo y el multilateralismo es feroz”. Después de que Trump le propinara el primer golpe, Washington y Pekín se ha enzarzado en un pulso a golpe de tarifas a sus respectivos productos. La Casa Blanca asegura que negocia con Pekín una salida al conflicto tarifario, mientras los asiáticos niegan que ese diálogo exista.
El canciller chino aprovechó la cita en Río para mantener una reunión bilateral con su homólogo ruso, Sergéi Lavrov, tras la que reiteraron su compromiso de estrechar la cooperación. “En este mundo cambiante, la confianza y el apoyo mutuo [entre Pekín y Moscú] siguen inalterados”, afirmó el ministro chino Wang Yi.
Los BRICS, que celebraban en Río uno de sus primeros encuentros desde la ampliación, en 2023, no han logrado adoptar una declaración final conjunta. El motivo han sido las reticencias de Egipto y Etiopía, dos de los recién llegados, sobre uno de los 62 puntos de la declaración, el dedicado a las candidaturas para entrar en el Consejo de Seguridad si la ONU decide ampliarlo, como reclaman los BRICS, en aras de que sea más representativo y refleje de manera más fiel los equilibrios de poder actuales. Brasil considera que las crecientes dificultades para lograr el consenso son compensadas por el aumento de peso en el panorama geopolítico.
La heterogeneidad de los integrantes de los BRICS obliga a hacer filigranas para lograr el consenso, como muestra la declaración final. El texto hace una referencia sucinta a la guerra de Ucrania, iniciada con la invasión rusa en 2022, en la que insta a que se resuelva mediante “el diálogo y la diplomacia” y alaba las iniciativas de mediación (China y Brasil protagonizan una de ellas).
En el caso de la guerra de Gaza, los BRICS reclaman “la retirada total israelí de la franja Gaza, la liberación de todos los rehenes y de los detenidos en violación del derecho internacional”, recuerdan que Israel está obligada a permitir la entrada de ayuda humanitaria y expresa “la firme oposición al desplazamiento forzado, temporal o permanente” de los palestinos además de criticar la propuesta de Trump de convertir la devastada franja mediterránea en una Riviera.
El club también se compromete a profundizar su apuesta por incrementar las transacciones internas en sus divisas, reduciendo el uso del dólar estadounidense. Pero la idea de crear una moneda común propia de los BRICS ha sido descartada, un proyecto apenas esbozado, pero que levantó la furia de Trump. El estadounidense amenazó con aranceles del 100% a los BRICS si daban semejante paso.
El encuentro de cancilleres de Río es preparatorio de la cumbre que el bloque del sur global celebrará en la misma ciudad el próximo julio con el presidente Luiz Inácio da Silva como anfitrión.
La reunión de este lunes contó con los cinco fundadores de los BRICS más los seis que se incorporaron en 2023 (Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Egipto, Etiopía, Indonesia e Irán). A la sesión de este martes se han sumado los nueve países asociados: Bielorrusia, Bolivia, Kazajistán, Cuba, Malasia, Nigeria, Tailandia, Uganda y Uzbekistán.
Los BRICS alumbrado en 2009, tras la crisis financiera, por países emergentes y en vías de desarrollo. En la actualidad reúne una heterogénea constelación de socios con un notable peso demográfico y económico. Los once países de los BRICS suman unos 3.300 millones de habitantes, el 40% de la población mundial, y su PIB conjunto supone el 37% del planetario (China aporta un 19% e India, un 8%), mientras EE UU y la Unión Europea rondan el 15% cada uno, según datos del World Economic Forum. Con la ampliación, el bloque ha incrementado su fortaleza en el comercio de materias primas, como refleja el caso del petróleo. Tras la ampliación, los BRICS controlan la mitad de la producción mundial y un tercio del consumo.
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