Arce renuncia a su candidatura y llama a la unidad de la izquierda boliviana
El presidente de Bolivia anuncia que no peleará por la reelección y pide a Evo Morales que también se retire

Acorralado por la crisis económica, que lo hizo caer al piso en las encuestas preelectorales, el presidente boliviano Luis Arce declinó la candidatura presidencial que había oficializado hacía pocas semanas. “Honrando la memoria de héroes y mártires, hoy doy a conocer al pueblo mi decisión de declinar mi candidatura a las elecciones. No seré un factor de división del voto popular ni facilitaré un proyecto de derecha fascistoide, que quiere destruir el modelo que hemos construido”, señaló en la parte central de un mensaje televisado.
Arce justificó su decisión por razones ideológicas, sin aludir al hecho de que su poco atractivo electoral le había impedido realizar el domingo una reunión del Movimiento al Socialismo (MAS) en la que debían aprobarse los nombres de su vicepresidente y de los postulantes a los cargos parlamentarios. Se filtró entonces que las organizaciones sociales que constituyen el núcleo del MAS no deseaban competir con Arce a la cabeza. Las inscripciones de las listas de los partidos políticos están fijadas para el 19 de mayo.
“En mis cuatro décadas de militancia en la izquierda jamás me equivoque en qué lugar debía estar y a quiénes debía defender: siempre a lo que con orgullo llamamos pueblo”, señaló. “El enemigo principal es el imperialismo y la derecha que afila sus colmillos cuando nos dividimos”, añadió. “No es nuestro destino allanar el destino al fascismo, me niego rotundamente”.
Luego de bajarse, Arce llamó a Evo Morales a hacer lo mismo. Para ello esgrimió dos razones. Según él, el expresidente no está habilitado constitucionalmente para otra reelección y, además, no debería dividir a la izquierda. Al mismo tiempo, llamó a unificar las filas de esta corriente política en torno “al que esté mejor posicionado”.
Aludía así al joven presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, quien hace algunas semanas apareció primero en dos encuestas muy mediáticas. Rodríguez acaba de anunciar que postulará por su cuenta, con un partido “prestado”. En ese momento, se suponía que el MAS se hallaba completamente en manos de Arce. Al salir el presidente del escenario electoral, Rodríguez podría convertirse en el candidato de esta sigla, la más grande de la historia democrática del país. Todo dependerá de los arreglos que se tejan entre las cúpulas de las organizaciones sociales y sindicales bolivianas. Si estas se reunificasen, el MAS podría volver a ser el “instrumento político” de la mayor parte de la izquierda.
Quedaría de todas manera fuera Evo Morales, quien durante los últimos tres años ha peleado intensamente con Arce y también ha chocado con Andrónico Rodríguez para evitar que este participe en las elecciones. Morales quiere ser candidato a toda costa. Sus incondicionales han considerado el lanzamiento de Rodríguez como una “traición” al líder histórico, pues fue este el que le dio las primeras oportunidades políticas al joven senador, que también es dirigente cocalero.
Hace poco el exmandatario expresó su frustración por las dificultades que su movimiento está encontrando para poder participar. Además de la sentencia del Tribunal Constitucional que limita el número de reelecciones, la que Morales ignora y dice que no acatará, tiene dificultades para conseguir una sigla con la cual correr. Denunció que los partidos que podría “prestarse” no quieren tener tratos con él porque temen que eso pudiera conducir a la anulación de su existencia jurídica. Hace poco, el Tribunal Electoral eliminó del registro de partidos a dos siglas casi sin militancia, los cuales previamente habían tenido acercamientos con Morales.
Los evistas han decidido llegar en una gran marcha a La Paz, la capital política de Bolivia, para imponer la inscripción de su líder el 16 de mayo. El Tribunal Electoral ha respondido que no actuará bajo presión.
No se sabe qué efecto tendrá la decisión de Arce de no continuar en la carrera electoral sobre la fuerza con que el Gobierno se ha opuesto hasta ahora a la candidatura de Morales. Tampoco se sabe qué pasará con la causa judicial de estupro que pesa contra Morales, ya que en las últimas horas el Ministro de Justicia, César Siles, ha tenido que exhortar a la Fiscalía a que impute de una vez al expresidente. La Justicia boliviana tiene una tendencia histórica a inclinarse en uno u otro sentido según soplen los vientos políticos, lo que puede constituir una oportunidad para el tres veces expresidente de Bolivia.
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