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¿Cuánto cuesta un día de apagón en España? El golpe máximo sería de 4.500 millones, pero los analistas lo rebajan

El comercio y la industria enfrentan costes millonarios. Los expertos minimizan el golpe y piden esperar a conocer la incidencia definitiva

Un supermercado con la persiana bajada en Barcelona, durante el apagón masivo.
Pablo Sempere

Comercios cerrados, industrias paradas y oficinas sin actividad durante varias horas. El apagón masivo que este lunes ha dejado a buena parte de España a oscuras y ha paralizado la vida cotidiana no solo ha provocado atascos, sustos y confusión: también amenaza con desencadenar daños económicos que, en el peor de los casos, podrían suponer un impacto máximo de 4.500 millones de euros en el PIB español, unas cifras que deben tomarse todavía con mucha cautela. De hecho, los analistas rebajan sustancialmente el golpe a la espera de conocer la información final.

Aunque es pronto para fijar un dato definitivo, las primeras estimaciones de los expertos permiten hacerse una idea de la magnitud del golpe: el impacto potencial máximo podría rondar el equivalente al producto interior bruto que genera la economía española en un día normal. Sin embargo, según las primeras estimaciones, la conmoción será mucho menor, de unos 1.500 millones.

La asociación de autónomos ATA, mayoritaria en el colectivo, ha hecho una primera aproximación que cifra en unos 1.300 millones las pérdidas entre los trabajadores por cuenta propia, “con especial incidencia en la hostelería y el comercio”. Pero añaden que esta cantidad podrá afinarse más cuando se evalúe la mercancía que se haya perdido. La CEOE, por su parte, habla de 0,1 puntos de PIB, unos 1.500 millones.

Al margen de estas cifras, de momento solo pueden hacerse cálculos puramente teóricos y aproximados. “La respuesta honesta es que no se puede poner aún una cifra porque hay demasiados interrogantes”, explica Ángel Talavera, economista jefe para Europa de Oxford Economics. “La manera de empezar a pensar en cómo responder esa pregunta es la misma que usamos al principio de la pandemia de la covid: estimar cuánta actividad económica está paralizada y durante cuánto tiempo”.

La referencia de los 4.500 millones responde a un dato sencillo: es el volumen aproximado de riqueza que España produce, de media, en cada jornada. Si la actividad quedara totalmente paralizada durante todo un día, la pérdida potencial alcanzaría ese importe. Si el parón fuera de medio día o solo afectara a la mitad de la actividad, el golpe sería de unos 2.250 millones. Seis horas de apagón supondrían unos 1.100 millones, explican los expertos.

Por eso, en la práctica, todo apunta a que el daño será sustancialmente menor a esos 4.500 millones máximos, ya que el apagón se produjo pasada la mitad de la jornada laboral en algunos sectores; y previsiblemente se habrá solucionado en cuestión de horas (entre seis y diez estimó Red Eléctrica cuando habían pasado unas dos horas desde el apagón, lo que podría llevar la incidencia a ocupar medio día). Por ahora, insiste Talavera, es imposible estimar cuánta actividad se ha perdido, sin olvidar que parte de esos daños podrían recuperarse a lo largo del actual trimestre, a medida que la actividad siga su curso.

Una visión similar comparte Manuel Hidalgo, profesor de Economía en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. El economista recuerda que el apagón no ha afectado de forma homogénea a todo el país, que en muchas zonas su duración ha sido limitada y que parte de la actividad interrumpida podría recuperarse en los próximos días. “Hay actividades que paran y se pierden, pero también hay otras que pueden recuperarse posteriormente”, señala. Lo mismo sucede con la industria: “Muchas habrán parado, pero otras pueden seguir porque tienen generadores”, ilustra. Por eso, a la espera de conocer el impacto real, Hidalgo avanza que el coste económico será “bajo”. Y se atreve a aventurar que será de algo menos de 1.000 millones de euros.

En efecto, el to del apagón a nivel económico ha ido por barrios. Por lo general, las grandes empresas industriales han parado su actividad por la falta de suministro o por la activación de los protocolos de seguridad. Es el caso de la planta de Seat en Martorell, que se ha quedado sin funcionamiento en las tres líneas de producción, o la de Ford en Almussafes, con las líneas de producción totalmente paradas.

Lo mismo ha sucedido en el complejo industrial petroquímico de Tarragona, con la parada segura y automática de todas sus plantas, entre ellas las de Repsol. Algo similar ha sucedido en la refinería de Repsol de A Coruña y en Petronor, en el País Vasco. La mayor empresa siderúrgica de España, Celsa, y ArcelorMittal también han parado máquinas, de la misma manera que la distribución ha bajado temporalmente las persianas ante la dificultad de operar con normalidad.

Sin embargo, explican los expertos, no ha sucedido lo mismo con el transporte y la logística. Tampoco con algunos servicios, como los financieros. “El tráfico portuario funciona sin incidencia y el área tampoco se ha visto afectado”, explicó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una comparecencia desde Moncloa. “En lo que respecta al plano económico, los sistemas de pago, tanto mayoristas como minoristas, están funcionando con normalidad, así como la banca electrónica”, añadió.

Desde BBVA Research también minimizan el fenómeno: “Si partimos de la hipótesis de que se dejó de utilizar el 50% de la capacidad productiva diaria y asumimos que entre el 75% y el 95% de esa actividad perdida podrá recuperarse en los próximos días, el efecto estimado sobre el crecimiento del PIB de abril sería de entre 0,1 y 0,2 puntos porcentuales”, detallan los analistas. Aunque hay gasto que difícilmente se recuperará, como el gasto de los turistas, otra actividad podrá recuperarse en los próximos días, aunque “a un coste mayor”.

“A diferencia de otros eventos como una crisis sanitaria o un desastre natural prolongado, en el caso de un apagón de pocas horas, parte de la producción o de las transacciones afectadas pueden reprogramarse. No todo lo perdido en el momento se traduce en una pérdida definitiva de PIB”, apunta otro analista consultado.

Además, insiste, “no todos los sectores sufren el corte eléctrico con la misma intensidad”. Mientras que la industria, el comercio y la logística suelen ser más vulnerables, otros servicios, como los financieros, resisten mejor gracias a sistemas de respaldo.

En todo caso, añaden desde BBVA Research, en la medida en que se perciba como un evento único sin persistencia en el tiempo, los efectos del apagón “tendrían que ser también temporales y no afectar a las perspectivas a medio plazo”.

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Sobre la firma

Pablo Sempere
Es redactor en la sección de Economía de CINCO DÍAS y EL PAÍS y está especializado en Hacienda. Escribe habitualmente de fiscalidad, finanzas públicas y financiación autonómica. Es graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.
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