Viajes de novios únicos

Nació en un momento en el que el turismo pulsó el botón de apagado. En la segunda semana de marzo de 2020, Carla Tarrés, cofundadora junto a Pablo Callejón, que se unió más tarde al proyecto, tenía todo listo para lanzar su agencia de viajes digital en la que había invertido 29.000 euros. El mundo echó el freno de mano, pero Tarrés no abandonó la idea. “De los cinco amigos que empezamos el proyecto solo yo seguí adelante. Era mi único trabajo, el resto tenía otras opciones y lógicamente no pudieron mantenerse en un negocio que no se podía activar”, aclara Tarrés.

Su empeño venía de atrás, cuando en 2019 buscó una agencia para organizar su viaje de novios y no encontró nada que se adaptara a una generación digital y que, además, diera un buen servicio. Cuenta que las opciones eran agencias online que le ofrecían un paquete en grupo o las tradicionales a pie de calle. “Había un hueco que aproveché para unir ambos conceptos. Ahí surgió Hanaley”. Un nombre que recogió de una bahía de Hawái, y que para ellos fue un destino inspirador por todas las experiencias que ofrece.

Durante el confinamiento no dejó de investigar. “Sobreviví, aunque llegué a pensar que tenía que tirar la toalla”, afirma. En mayo de ese año empezó a ver la luz con la venta de una primera experiencia a una familia que en agosto viajó a Croacia. Tras un periodo de transición, en 2022, explica, empezaron a operar sin problemas.

Desde entonces, su estrategia para crecer se ha basado, subraya Tarrés, en no tener miedo a invertir y en sus viajes personalizados. “No hemos inventado la rueda, pero nos hemos adaptado a las necesidades actuales”. Según explica la cofundadora, de los 1.200 viajes vendidos hasta ahora, ninguno es igual a otro porque se adaptan a los gustos y preferencia del viajero y porque ofrecen experiencias diferentes. Desde 1.500 euros por persona, según el destino, todos los países, salvo los que están en guerra o tienen problemas políticos, forman parte de su cartera, con Japón, Perú, Tanzania o Botswana como los más demandados. Sus viajes están pensados para todo tipo de perfiles, aunque el 40% de sus ventas son los viajes de novios, seguidos de los familiares, “un grupo muy fiel que está en pleno ascenso”.

En 2024, Hanaley ha incorporado inteligencia artificial mediante un asistente virtual que acompaña al cliente desde el principio. Una herramienta que proporciona información al viajero y ofrece recomendaciones de destinos, actividades o precios y resuelve las dudas que puedan surgir en el proceso de decisión. El nuevo servicio que se completa con otros proyectos, como la colaboración desde hace un año con la agencia Exoticca, especializada en paquetes de viajes online. “Entre un 5% y un 10% de los clientes que se acercan a nosotros buscan viajes más económicos. Para dar cobertura a todos, ofrecemos las opciones de esta agencia con viajes en grupo a precios más ajustados”, argumenta.

En paralelo, Hanaley quiere abrirse a otros mercados con México como destino prioritario, aunque ya ha operado en distintos países como Bélgica, Alemania, Reino Unido, Portugal, Chile o Estados Unidos.

Financiada con recursos propios hasta ahora, la cofundadora cuenta que, para afrontar los nuevos retos tecnológicos y de internacionalización, a finales del pasado año, decidieron embarcarse en una ronda de financiación con la pretensión de recaudar 1.200.000 euros. “Sin financiación detrás no sé si quiero correr riesgos, porque en España Hanaley funciona bien. Pero si no consiguiéramos esta cifra, nuestro negocio sería viable. No la necesitamos para mantenernos sino para crecer”, subraya Tarrés. Con 24 empleados en la actualidad, en 2024 superó los cinco millones de euros de facturación, frente a los 4,1 de 2023. “Estamos en un momento muy dulce”.