Por qué deberías quitarte los zapatos al llegar a casa

Llegar a casa, cerrar la puerta y quitarse los zapatos. Ese gesto tan simple, casi automático en muchas culturas, encierra más beneficios de los que imaginamos. No se trata solo de comodidad: tiene que ver con higiene, salud, descanso y hasta con un pequeño cambio de mentalidad.

Aunque en España no es una costumbre especialmente extendida, cada vez más hogares adoptan esta práctica. ¿La razón? Caminar por la casa con el mismo calzado con el que se ha pisado el metro, la acera o un baño público no es, precisamente, lo más higiénico. Diversos estudios han detectado en la suela de los zapatos bacterias como la E. coli, hongos, restos de carburantes y otros residuos poco recomendables. Quitárselos al entrar no es una manía: es una manera eficaz de evitar que todo eso acabe en las alfombras, el suelo del salón o la habitación de los niños.

Pero hay más. Caminar descalzo o con unas zapatillas de estar por casa ayuda a que los pies descansen, se liberen y recuperen su forma natural. Los podólogos lo recomiendan especialmente tras pasar muchas horas con calzado cerrado o de tacón. Además, los suelos también lo agradecen: menos arañazos, menos desgaste y menos manchas difíciles de limpiar.

Y luego está la parte emocional. Descalzarse al llegar a casa es una forma simbólica de desconectar del exterior. Un gesto que marca el comienzo del descanso, que transforma el hogar en refugio. Una pequeña rutina que, sin darnos cuenta, nos ayuda a bajar el ritmo y dejar fuera el estrés del día.

Adoptar este hábito es fácil. Un zapatero funcional y moderno junto a la entrada, un secador de calzado, limpiarse en el felpudo de la entrada o echar desodorante al calzado pueden marcan la diferencia. Y si hay visitas, basta con ofrecerles una alternativa limpia: pantuflas, cubrezapatos o, simplemente, la opción de descalzarse. Descubre todas estas alternativas a continuación.

PARA EL DÍA A DÍA

Felpudo antideslizante

El primer filtro para la suciedad del exterior. Este felpudo impermeable y antideslizante retiene polvo, barro y humedad. Es lavable, duradero y perfecto para colocar antes de cruzar el umbral. Un básico que marca la diferencia.

El zapatero más vendido

Para facilitar este hábito en tu hogar, puedes optar por crear una pequeña zona de transición en la entrada. Un zapatero compacto es perfecto para dejar el calzado al llegar. Este modelo tiene capacidad para doce pares y su estética neutra encaja bien en cualquier recibidor.

Secador eléctrico para calzado

Cuidar del calzado también es parte del ritual. Un secador eléctrico puede ayudarte a mantener los zapatos secos y en mejor estado durante los meses fríos o lluviosos. Este dispositivo seca y desinfecta el interior del calzado, evitando malos olores y prolongando su vida útil. Incluye temporizador y control de temperatura. Muy útil también si haces deporte o caminas mucho.