Cuerpo advierte que cualquier operación sobre Sabadell se analizará con los mismos criterios que la opa del BBVA
El ministro de Economía afirma que “corresponde a las empresas” plantear movimientos corporativos alternativos al que hay en marcha

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha apuntado que cualquier operación corporativa que se plantee sobre Banco Sabadell será examinada desde el Gobierno con los mismos criterios que está empleando con la opa hostil que BBVA ha lanzado sobre la entidad catalana. “Hemos puesto nuestro marco de análisis para estas operaciones: exceso de concentración, impacto en escasez de competencia, mantenimiento del empleo, cohesión”, ha apuntado Cuerpo en Bruselas un receso de la reunión de ministros de Finanzas de la zona euro este lunes, para concluir que el análisis se realizaría, llegado el caso, “con las mismas lentes”.
Respondía el ministro a las preguntas de los periodistas sobre las informaciones publicadas acerca de que pudiera ponerse en marcha alguna otra operación sobre el Sabadell que obstaculizara las intenciones de BBVA. Además, Cuerpo ha eludido contestar a si el Gobierno está promoviendo esos movimientos paralelos con el argumento de que eso “corresponde a las empresas”.
Desde el momento en que la entidad que preside Carlos Torres se lanzó a absorber el Sabadell, el Gobierno mostró su rechazo a la operación. Cuerpo llegó a verse con la presidenta del organismo supervisor de los bancos de la zona euro, dependiente del BCE, para trasladarle las preocupaciones del Gobierno por la operación corporativa “en términos de concentración y, por tanto, en términos de competencia”, declaró hace ya más de un año.
Posteriormente, la opa ha continuado con el proceso legal previsto en los movimientos empresariales de esta dimensión. El último, una vez el regulador de Competencia (CNMC) ha dado el plácet a la transacción con compromisos, ha sido la apertura de una consulta pública por parte del Gobierno previa a decidir si endurece aún más las condiciones que ha impuesto la CNMC a BBVA para seguir adelante. Entre los requisitos impuestos, está blindar el crédito las pymes, vetar el cierre de oficinas en zonas despobladas o de bajos ingresos o mantener las condiciones comerciales en las áreas con menos competencia.
Tanto si el BBVA renuncia a la oferta después de pronunciarse el Gobierno como si la cúpula del Sabadell consigue convencer a sus accionistas de rechazar la oferta, la clave para la entidad catalana será el qué viene después. Desde el anterior intento de fusión con el BBVA en 2020, el Sabadell ha remontado su negocio y disparado su valor en Bolsa. Ahora debe explicar a los inversores cómo va a continuar con esta senda en caso de mantenerse independiente. Dará más detalle en la presentación de su próximo plan estratégico, previsto para las próximas semanas, antes de que llegue la fase definitiva de la opa.
Es posible que no sea suficiente. El mercado espera que el Sabadell mueva ficha después en una operación corporativa con alguno de los bancos medianos. Según publicó La Vanguardia este fin de semana, el Gobierno también empuja al banco que preside Josep Oliu en esta dirección.
La corriente viene de lejos. Tal y como publicó este periódico el pasado 28 de abril, la cúpula del Sabadell ha mantenido en los últimos meses reuniones con la de Abanca, presidida por Juan Carlos Escotet. Portavoces de ambos bancos coincidieron entonces en itir estos encuentros, si bien negaron que en ellos se plantease ningún tipo de iniciativa. La entidad gallega ha sido más taxativa este lunes. Después de que el diario Expansión informase de que las partes exploraban una fusión, la entidad emitió un comunicado en el que afirmaba que “no tiene interés” en esta transacción.
“En este sentido, queremos enfatizar que solo participaremos en operaciones que garantizan la preservación de nuestro modelo de gobernanza y nuestro modelo de negocio”, añadió. Esto sugiere que, como en muchas fusiones frustradas en banca, el quién manda puede bloquear la transacción.
Otra entidad en el foco del Sabadell es Unicaja. En 2024, antes de la opa del BBVA, los vallesanos ya sondearon una unión con los andaluces, pero sin éxito.
Entre los argumentos para este encaje está la complementariedad geográfica, dado que Andalucía es precisamente la región donde el Sabadell tiene una menor presencia y su negocio en pequeñas y medianas empresas entronca con la intención de Unicaja de crecer en este segmento. A nivel geográfico, también Abanca entronca con Sabadell, si bien ya cuenta con más negocio en Galicia y le supondría la entrada en Portugal. Para Abanca, unirse con el Sabadell le supondría la una oportunidad para cotizar en Bolsa y allanar una posible salida futura de Escotet. Para Unicaja, en cambio, le obligaría a reconsiderar el papel de la Fundación, que quedaría ciertamente diluida en una entidad conjunta.
Por el momento, los tres bancos han subido en Bolsa con la noticia. El Sabadell ha sumado un 2%, por un 1,55% de Unicaja. El BBVA, en cambio, se ha alzado un 1,8%.
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