Costillas con salsa barbacoa: una receta fácil para hacerlas al horno
Con tiempo, una buena mezcla de especias y una salsa barbacoa casera puedes preparar esta pieza de carne jugosa, tierna y con mucho sabor
Las costillas barbacoa o BBQ ribs son uno de los inventos más lujuriosos que ha dado la cocina estadounidense. Suaves, melosas y cubiertas de esa salsa espesa que te deja los dedos pringosos, es difícil resistirse a su encanto agridulce. No son la comida más fina y no hay manera elegante de comerlas, pero pobre del que no disfrute manchándose con ellas.
Pese a su nombre, este plato no exige tener una parrilla, porque se puede preparar también en el horno. Sólo necesitas tres cosas: una buena mezcla de especias para la carne –nosotros usamos cerdo–, una salsa barbacoa casera… y paciencia, porque el horneado de las costillas debe ser lento y a temperatura relativamente baja, para que la carne quede jugosa. Nada que sea un drama, porque mientras se cocinan puedes leer, ver una serie, hacer punto, resolver la conjetura de Hodge o simplemente tocarte la jijonenca. Si quieres ver el procedimiento, mira el vídeo de arriba.
Ingredientes
- 1 kg de costilla de cerdo
- 2 cucharaditas de pimienta negra molida
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- 1 cucharadita de cebolla en polvo
- 1 cucharadita de pimentón picante o dulce
- 1 cucharadita de azúcar moreno
- 2 cucharaditas rasas de sal
- 100 g de ketchup
- 50 g de azúcar moreno
- 1 cucharada de mostaza
- 3 cucharadas de vinagre de manzana
- Salsa picante al gusto
Instrucciones
Calentar el horno a 150 grados. Si el horno es potente, se recomienda bajar la temperatura a 140.
Si no la ha quitado el carnicero, quitar la fina membrana blanca pegada a la parte del hueso de la costilla, y cortarla en dos trozos. Mezclar en un bol el pimentón, el ajo y la cebolla en polvo, la pimienta negra, el azúcar moreno y la sal.
Sazonar la carne con la mezcla de especias y masajearla para que quede bien impregnada.
Envolver cada trozo con papel de aluminio y ponerlos sobre una bandeja de horno. Hornear entre una hora y media y dos horas, hasta que al pinchar la carne veamos que está muy tierna y se separa del hueso.
Mientras, preparar la salsa barbacoa. Juntar en un cazo el ketchup con el azúcar moreno, la mostaza, el vinagre de manzana y un poco de salsa picante. Calentar a fuego suave y remover hasta que esté todo disuelto y la salsa haya tomado un color más oscuro.
Abrir el papel de aluminio de las costillas, ponerlas con la parte del hueso hacia arriba si no lo están y pintarlas la salsa de forma generosa (ver vídeo).
Subir el horno a 180 grados y cocinar durante 15 minutos.
Darles la vuelta, pintarlas con salsa por el otro lado, hornear otros cinco minutos y servir.
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